Apenas el sacerdote en la iglesia del pueblo impartía la bendición a sus creyentes, en las afueras muy cerquita de la plaza Bolívar, se sentía la fiesta por lo que sería el tercer reto a Cubiro en bicicletas montañeras.
Apenas el sacerdote en la iglesia del pueblo impartía la bendición a sus creyentes, en las afueras muy cerquita de la plaza Bolívar, se sentía la fiesta por lo que sería el tercer reto a Cubiro en bicicletas montañeras.
El intenso frio, y el olor a jazmines le daban un toque especial al evento, ansiosos los pedalistas daban los últimos toques a sus ciclas. ¡Sonaron los cohetes! La buena música se hizo presente por los altoparlantes; Brian Josep Uric principal mentor de la prueba ponía a tono toda la logística. Allí en pleno corazón de Cubiro se veían las camisas de atletas de Puerto Cabello, Maracay, Nirgua, Yaritagua, Ospino, Tinaquillo, Boconó, Guanare, Barquisimeto y una nutrida representación de la ciudad de El Tocuyo 550 guerreros en el punto de partida.
Con el acompañamiento del grupo de rescate Cubiro a las ocho y media se dio la largada, el gusano multicolor recorrió el poblado para buscar la vía hacia El Arco, todo en carretera de asfalto. Viene la ruta de tierra tomamos rumbo hacia el sector La Chapa empiezan los sufrimientos por las empinadas cuestas. Una bajada que deja varias caídas y nos vamos hacia El Pajal, para empalmar hacia Quebrada Abajo, la alegría reina entre los participantes a pesar del mal estado de la vía y la tierra que perjudica la visibilidad.
Ocho kilómetros de recorrido y entramos a La Reluciente, el sol empieza a hacer mella en los participantes, primera zona de hidratación en Paso Real. Listos y nos vamos a la finca Santa María un trecho con muchas escarpadas, empieza el reguero de ciclistas, los menos aptos se bajan por unos momentos para descansar y continuar, segundo punto de hidratación, se anuncia un kilómetro para la llegada por un sendero donde no entran los motorizados, El Higuerón es una trocha para ciclistas. Nos devolvemos con nuestro acompañantes y esperamos la llegada en la plaza Bolívar, entre vítores del público presente van llegando uno a uno como un rosario. Culminó el reto muchos extenuados buscan refrescarse, entre abrazos reciben la premiación, para ir hasta el fondo de la posada Nuestra Fumarola donde almuerzan con una suculenta taza de hervido de res con un exquisito dulce de lechosa. Cubrimos como periodista el reto, y todos listos para la travesía a El Tocuyo.
Fuente: El Diario De Lara